La llamada de alerta de los vecinos se produjo a las 9.45 horas. Las obras del techo habían debilitado la zona superior por lo que el agua se estaba filtrando con facilidad en los inmuebles desde el techo dejando mobiliario deteriorado y cortes de luz. Ante la situación, el servicio de bomberos acudió para desalojar el lugar. Tres de las familias afectadas han sido realojadas en un hostal de la zona, otra ha sido ubicada en un piso de alquiler sufragado por el Ayuntamiento mientras que la familia restante permanecerá en casa de unos familiares. La causa del problema fue la falta de impermeabilización. Los bomberos fueron los que dictaminaron el desalojo como medida de prevención ante el posible desprendimiento de los techos, según la evaluación realizada junto a peritos municipales, tal y como informaron desde el Consorcio de Bomberos.Cuando llegaron -a las 7.45 horas- las viviendas estaban encharcadas aunque no existía nivel suficiente de agua para achicar con las mangueras. La intervención se prolongó hasta las 11.30 horas. No obstante, los afectados seguirán realojados hasta que no estén habitables y se garantice la ausencia de daños a la estructura. La concejal de zona, Rosa Macías, visitó el bloque donde ya se ha instalado una nueva tela asfáltica provisional con carácter de urgencia para evitar más daños y se puso a disposición de los perjudicados.
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