Un Gran Premio digno de un Rey

S.M. El Rey don Juan Carlos presenció ayer el Gran Premio de España en el Circuito de Jerez, donde tuvo una jornada de lo más completa y propició el tímido apretón de manos que se dieron Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo antes de subir al podio.Durante los últimos días se habló mucho del comportamiento de los dos pilotos españoles en Qatar al quejarse Lorenzo de que Pedrosa no le había felicitado por su segunda plaza y tampoco le había estrechado la mano en el podio. El Rey, gran aficionado a las motos, no quiso desperdiciar la oportunidad de conseguir que ambos se estrechasen la mano y en su camino hacia el podio aprovechó la oportunidad, tras saludar a ambos y al italiano Valentino Rossi, para asir sus antebrazos y forzar el acercamiento de manos, que se produjo de esta forma en su presencia. Don Juan Carlos llegó en helicóptero y con el lógico despliegue del operativo de seguridad se dirigió al edificio principal del Circuito, donde le esperaban los pilotos españoles. Luego, Su Majestad fue paseando por el 'paddock' hasta la escalera de acceso al podio, dirigiéndose a la 'mezzanina' contigua, reservada por el Ayuntamiento para atender al monarca y otras autoridades como Manuel Chaves, presidente de la Junta, y otros políticos.El Rey vio en la sala VIP la primera carrera y luego entregó el catavino a Simone Corsi y al Jack & Jones WRB, escudería vencedora. Luego, el monarca bajó al 'pit-lane' para departir con los pilotos de 250cc en la parrilla antes de la salida, y también charló con Ángel Nieto, Sito Pons y Álex Crivillé. Después, don Juan Carlos fue a varias curvas del trazado a disfrutar de la carrera a pocos metros de la pista.Luego regresó a la 'mezzanina' para la carrera de MotoGP y luego entregó el premio a Dani Pedrosa, después de que Pilar Sánchez, alcaldesa de Jerez, se lo diese a Jorge Lorenzo y Manuel Chaves, presidente de la Junta, a Valentino Rossi. Luego, en declaraciones a Televisión Española que recoge Europa Press, el monarca aseguró que "me gusta venir para poder ayudar y animar a nuestros pilotos y al deporte de la moto y para que no decaiga en España".El Rey, que degustó langostinos de Sanlúcar, berza jerezana, entremeses y rabo de toro, se fue en helicóptero después de recoger unos peluches que le dieron varios aficionados para sus nietos.