
El finlandés Kimi Raikkonen, después de la catástrofe de Ferrari hace una semana en Australia, consiguió la victoria en el Gran Premio de Malasia, en el que Fernando Alonso (Renault) logró el octavo puesto, máximo posible a lo que podía aspirar si la carrera se desarrollaba en condiciones normales. A Raikkonen lo acompañó en el podio el polaco Robert Kubica (BMW) y el finlandés Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes). El británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), que concluyó en quinta posición, por detrás del italiano Jarno Trulli (Toyota), mantiene el liderato del campeonato del mundo con tres puntos de ventaja sobre Raikkonen y sobre el alemán Nick Heidfeld (BMW), que finalizó ayer sexto. La carrera, en casi todos sus puestos, se jugó en la primera curva después de la salida. Fernando Alonso, que había partido desde la séptima plaza, había ganado un puesto al afrontar la misma, pero lo tenía que hacer por el exterior, la parte más sucia. Delante de él, también por el exterior, se tocaban Trulli y Heidfeld, y todos ellos iban a perder posiciones. Alonso pasaba a Heidfeld, pero era superado por los McLaren de Kovalainen y Hamilton y por el Red Bull-Renault de David Coulthard, con lo que retrocedía a la novena posición. Afortunadamente, en este circuito de Sepang, con su anchura de pista, facilita los adelantamientos y en la cuarta vuelta Heidfeld se aprovechaba de la lucha entre Alonso y Coulthard para adelantar a ambos. Poco después, el asturiano lograba superar a Coulthard, con lo que mantenía la novena posición. La lluvia que se anunciada estos días atrás no apareció en el transcurso de la carrera y esto hizo que no hubiera sobresaltos en la misma. En este contexto, los incidentes se contaron con los dedos de una sola mano. El más importante consistió en la salida de pista del brasileño Felipe Massa (Ferrari), cuando iba segundo tras su compañero de equipo mediada la carrera. Hamilton también tuvo un problema en su primera parada para repostar, cuando los mecánicos de la escudería McLaren-Mercedes tardaron más de la cuenta en fijar la rueda delantera derecha, lo que le hizo perder al británico una considerable decena de segundos. La retirada de Massa hizo que Alonso ascendiera a la zona de puntos, en el octavo puesto, y en las vueltas finales comenzó a acosar al australiano Mark Webber (Red Bull-Renault). El asturiano rodaba más rápido que Webber y por un momento hizo soñar con un adelantamiento como el de hace una semana a Kovalainen, pero en esta ocasión no fue posible y su lucha únicamente recibió el premio de un punto, que en el presente mundial se están cotizando muy caro.
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