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Después de tres días de búsqueda, fue encontrado ayer el cuerpo del buzo algecireño desaparecido en la zona de Los Cabezos, en Tarifa. Uno de los muchos voluntarios y familiares que han participado junto a las autoridades en la búsqueda se sumergió cerca de la zona donde fue visto por última vez y en esta inmersión, realizada sobre las siete de la tarde, encontró el cuerpo de F.F.P, de 34 años y vecino de Algeciras. Posteriormente la salvamar Alkaid lo transportó hasta el puerto de Tarifa, donde llegó aproximádamente media hora más tarde. Allí lo esperaban muchos de sus familiares que vivieron un momento lógicamente doloroso. Un primo del desaparecido fue el encargado de subir a la cubierta de la salvamar para reconocer el cadaver. Posteriormente fue trasladado para realizarle la autópsia en la que se determinará cuales fueron las causas exactas del fallecimiento.La búsqueda ya se había extendido muchos kilómetros del lugar donde se produjo la inmersión, la primera que realizó el algecireño en la tarde del viernes. A pesar de la creencia de los expertos de búsqueda de que las mareas pudieron desplazar el cuerpo muchas millas adentro, fue encontrado a escasa distancia de donde se sumergió, a unos 17 metros de profundidad y unas 3 millas -6 kilómetros- de la costa. F.F.P. se encontraba enganchado entre una de las rocas que abundan en esta zona acantilada. La persona que lo acompañaba relató a Salvamento Marítimo que a las tres de la tarde realizaron la inmersión y que, tras esta, no volvió a ver a su compañero. Fue entonces cuando decidió dar el aviso, tras el cual se movilizaron la Salvamar Alkaid, el Miguel de Cervantes, y el helicóptero Helimer Andalucía, además de un equipo de buceadores del Grupo de Actuaciones Especiales (GEA) de la Guardia Civil. La búsqueda se mantenía hasta la retirada de la luz solar, sólo el Miguel de Cervantes, que dispone de focos especiales continuaba con el rastreo. Conforme iba aumentando las horas se iban agregando al equipo embarcaciones y personas voluntarias y familiares; finalmente fue una de estas quien dio con él. A la dificultad de este tipo de operaciones hay que sumarle las trabas de la zona en la que buceaba este algecireño aficionado a esta práctica.
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